El volumen ‘Historia Musical Combos Nacionales, Panamá, 1960- 1985’, CD + DVD editado por Discos Tamayo, constituye un testimonio sonoro de gran valor histórico y patrimonial a la hora de conocer la historia musical panameña y la de toda el área latinoamericana y del Caribe.
“La importancia de los combos nacionales radica en la riqueza cultural de los ritmos que interpreta y las interesantes fusiones que se generan por la creatividad y talento de sus intérpretes”, escribe en las notas del álbum Jorge Luis Escobar, responsable de Discos Tamayo.
El devedé aporta al patrimonio sonoro el testimonio audiovisual del recorrido hecho por los combos panameños y el cedé recoge 18 temas: ‘Ese mar es mío’, por Los Astros del Ritmo; ‘Mi Ritmo te llama’, por Los Caballeros de Colón; ‘Many Nights’, por The Persuaders; ‘La Luna y el toro y Zambamurga’, por Impacto; ‘Mosaico Calipso’, por The Beacher’s; Tú solo tú’, por Pacific Combo ; ‘Oye, tú tienes que cambiar’, por The Festivals; ‘Te espero’ y ‘Monte adentro’, por Los Excelentes; ‘Ñaquaquinda’, por Hermanos Duncan.
También, ‘Las Golondrinas’, por Los Naturales; ‘Caribbean Medley’, por Lord Cobra; ‘Qué será’, por Los Superiores; ‘Mambología’, por Máximo Rodríguez; ‘Vete con él’, por Arco Iris; ‘Conozco a los dos’, por The Exciters y ‘Oh Gee!’ por Carlos Allen, Joe Clark y Los Hermanos Duncan.
En estas piezas se mezclan los primeros ritmos que, llegados de Cuba en los años 30, se impusieron rápidamente y permearon el escenario panameño casi por 20 años, encontrando eco en figuras como Armando Boza, Camilo Rodríguez, Silvia de Grasse, Máximo Rodríguez, la de Raúl Ortiz, la Universal de Mojica y la Nueva Alegría; os que marcaron el nuevo gusto de la juventud en los años 50 y principios del 60, el soul, el jazz, el blues, el funk y los que después, hasta la década del 80, comprendieron ritmos procedentes de Puerto Rico fusionados con los cubanos, y otros antillanos como el reggae y el compás, pasando por el calipso.
El movimiento de combos en Panamá, explica Escobar, “surgió en la zona transístmica ocupada por las ciudades de Panamá y Colón, por tanto posee características urbanas y se nutre musicalmente, primero con los inmigrantes que llegan para la construcción del canal y luego de las múltiples influencias que llegan a Panamá por su condición de paso obligado entre el Atlántico y el Pacifico”.
Cuánto tiempo ha pasado desde aquellos días gloriosos en los que temas como Noche de Carnaval, Elisa, Deambulando y El palo de mamey amenizaban cada celebración en Panamá, desde cumpleaños hasta patronales, bailes y quinceaños.
Ni los propios integrantes de los combos nacionales, intérpretes de estos éxitos, pueden precisar cuántos años han pasado desde aquella época en que se la pasaban de tarima en tarima a lo largo del istmo.
A Monchy Lucca, Arcadio Molinar y Carlos Martínez la memoria los traiciona, pero coinciden en que “tal vez” son más de 35 ó 40 años los que tienen los combos nacionales de existir.
¿Cuántos combos eran? Esa es otra interrogante que los músicos y cantantes no pueden responder. Frunciendo el ceño y escudriñando en los recuerdos, ninguno de los consultados se atreve a precisar una cifra: “Fueron 15 ó 20 grupos conocidos.
Habían más, pero no eran tan populares”, indican.
No obstante, a pesar de los calendarios pasados, los combos nacionales siguen activos, no con la misma intensidad que antes, pero aún figuran en algunas carteleras artísticas.
Martínez, de 60 años, dice que al mes le salen de tres a cuatro presentaciones.
Molinar, de 58 años, plantea que lo llaman para uno o dos conciertos al mes, pero “a veces se juntan tres en una misma semana”.
A Lucca, de 48 años, ahora le va mejor, pues “antes había que repartir la ganancia entre los 12 ó 15 integrantes del grupo, y ahora que soy solista, y gracias a los sonidos de mi teclado, puedo hacerlo yo solo.
Además, actualmente hay más eventos en los que se requiere música, no como en las décadas de 1970 y 1980 que solo había shows los fines de semana”.
Y es que, según los artistas, los combos han experimentado un pequeño auge de 2002 para acá.
“La época dorada de los combos terminó cuando empezaron a aparecer las discotecas”, cuenta Martínez.
Molinar, quien también trabaja como operador de equipo pesado en Colón, señala que incluso lo han contratado para cantar en el extranjero. Ha estado en Washington, Los Ángeles y Miami. A Martínez también lo han convocado para tocar en ciudades estadounidenses.
Panamá tiene buena música, con grandes interpretes.
ResponderEliminarInteresante la historia de la música panameña
ResponderEliminarMuy interesante esta historia, desconocía totalmente todo lo relacionado a los combos panameños, sin duda un buen aporte, dandole su importancia y resaltarlo en el blog
ResponderEliminarMe gusta escuchar esta música cuando estoy con mis padres y tíos.
ResponderEliminarInteresante historia.
ResponderEliminarMuy interesante la historia de la música panameña.
ResponderEliminarTuve la oportunidad de disfrutar de la música en vivo de The Beachers, excelente música para bailar y disfrutar.
ResponderEliminarNo se debe dejar perder las raíces de la música nacional.
ResponderEliminarInteresante historia, no tenia conocimiento de los combos nacionales
ResponderEliminarCómo dicen mis sobrinos la música de la gente vieja pero alegre
ResponderEliminarBueno parece que a todos no nos gusta lo nuestro
ResponderEliminarMúsica que he escuchado pero no tenía idea de lo interesante que es su historia.
ResponderEliminarInteresante aporte, en efecto es uno de mis favoritos.
ResponderEliminarUna cultura nacional que no se debe perder.
ResponderEliminarLas canciones que mi abuelo escuchaba.
ResponderEliminarEra musica que les llegaba al alma y ahun para ellos recordarla y escucharla los llena de gozo.
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